“Seducidos con Amor”
- Isaac Navarro
- 9 may 2023
- 4 Min. de lectura
Oseas 2:14 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto”

Cuando Dios elige una persona para darle una misión, comienza haciéndolo su amigo y confidente, pero naturalmente y sutilmente lo empieza a incomodarle para llevarle aparte y murmurarle sus secretos, Dios lo hizo con Moisés, Elías, Oseas, Juan Bautista y con el mismo Jesús que pasó cuarenta días en el desierto antes de proclamar el reino de Dios. Porque cada envío de Dios a una misión está precedido por un retiro al desierto, porque es en esos lugares donde somos transformados y formados en el carácter de Dios hacia nosotros.
Ahora bien tal vez nos hemos preguntado ¿por qué Dios prefiere elegir un desierto, un lugar tan áspero, árido e inhóspito? Porque es en este lugar donde experimentamos nuestra humanidad, nuestras limitaciones y pobreza, es el lugar donde aprendemos a depender de Dios y donde vamos recibir la revelación de la mansedumbre de Dios, donde el fruto del Espíritu es formado en nuestras vidas.
Charles Spurgeon decía lo siguiente “Yo la atraeré” este es un tipo de poder singular; no dice “voy a llevarla”, ni siquiera “yo la acercaré” o “yo la arrastraré” o “yo la forzaré”, sino “yo la atraeré” está es una palabra notable y nos enseña que la atracción de amor sobrepasa en poder todas las demás fuerzas. El diablo nos quiere arruinar, el no tienta con palabras dulces, expresiones bonitas, con carnadas de placer y demás cosas parecidas; y el Señor en misericordia, determina que él hará una mejor oferta que el diablo y él nos ganará para mismo con palabras de amor, con seducciones más fuertes que cualquier otra fuerza de resistencia. Está es una palabra maravillosamente preciosa “Yo los atraeré”. Oseas 11:4 “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida”.
Hay momentos donde te puedes encontrar en un desierto, donde no hay nada más que polvo, todo está seco, árido, quizás tengas un área en tu vida en este momento seca y mientras soportas caminar por ese lugar árido, con el sol radiante sobre tu cabeza y sin una sola gota de agua, Dios llega con sus cuerdas de amor para forjar un corazón valiente, un corazón de guerrero, para susurrar sus deseos en el corazón y decirte “mío o mía eres tú” Isaías 43:1 “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”.
Dios quiere hablarte, El anhela que lo escuches, pero en muchas ocasiones estas más ocupado quejándote o afanado por las situaciones que a diario te toca vivir, por el desierto que estás pasando, que te olvidas de callar delante de Dios. Los desiertos son silenciosos, son esas clases de episodios que quisiéramos obviar, de esos momentos que no quisiéramos que existieran, porque simplemente nos desesperamos al no ver ni oír nada, y por más que caminamos, seguimos sin percibir vida alguna, ni sonido alguno, pero son en esos lugares de silencio donde tu creador habla directamente a tú corazón.
Siguiendo la historia de Oseas después de que Dios te lleva a ese desierto para hablar a tú corazón, para formar un corazón valiente, un hombre o una mujer dispuestos a cambiar su estrella que Dios da una promesa poderosa, Dios dará sus viñas y EL VALLE DE ACOR por puerta de esperanza, detengámonos acá un momento; “Acor” significa “problema” el valle de Acor es “calle de problemas” este era un lugar de problemas donde se descubrió el pecado de Acán (Josué 7:26), pero lo más grandioso de esto es que la promesa de Dios es más grande, porque dice que Dios transformará “la calle de problemas” en puerta de esperanza, esto es lo que Dios te dice hoy, transformaré tus problemas en esperanzas, tus lugares secos en lugares de vida y reverdecerás como árbol junto a corrientes de agua. Salmo 1:3 y Ezequiel 37:4-5.
Lo más increíble de todo esto, es que después que Dios te lleva al desierto con amor, te transforma, convierte tus problemas en esperanza, restaura tú vida, viene la lluvia tardía sobre nuestras vidas y dice “allí cantará como en los tiempos de su juventud” en los momentos de tu vida donde eres más vulnerable, en los lugares de mayor desespero es donde verás la bendición de Dios sobre tú vida.
Por último la bendición será restaurada, cuando Dios te llama con amor, hay un proceso de formación, pero después de todo desierto hay un oasis de bendiciones esperando por tu vida, cuando la relación se restaura, nuestros corazones laten al ritmo de Dios, de esta forma cuando pedimos que el haga cosas, ya estamos pidiendo lo que Él quiere. Dormirás seguro o segura sabiendo que tú Dios cumplirá su promesa.
La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite; cuando la relación este donde se supone que debe estar, Dios proveerá abundantemente. Este es el mismo principio que Jesús enseñó en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Bendiciones Chicos.!@
Que hermosa palabra de Óseas, hace poco la compartí en un Congreso en Puntarenas. Conectados . Les amo 💕